viernes, febrero 20, 2009

QUE ESPERAMOS DE LAS FUTURAS GENERACIONES


La generación 'hip'
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Dime con quién andas y te diré qué bebe. Es impresionante el informe de la Corporación Nuevos Rumbos sobre el consumo de licor entre los niños. Queda uno viendo nublado cuando sabemos que después de una gran encuesta entre 9.276 alumnos de colegios en varias capitales y pueblos pequeños, el resultado es que en Colombia el consumo de licor empieza a los 10 años. Un dato escalofriante, que lo obliga a uno a tomarse un güisky para calmar los nervios. Hip.
Lo que se desprende de ese panorama se puede imaginar. No solo para el futuro y la salud de los niños, sino para sus familias, que pasan el trago amargo. Y para la sociedad, que ve cómo sus hijos a edad temprana pueden conocer a esa señora Cirrosis Hepática, que lleva a muchos al viejo bar 'El de Pirnos'. El consumo de licor por parte de niños y adolescentes es la puerta de entrada a las drogas; el trago empuja al delito, a partirle el marrano a la abuela, cuando no la cabeza, a manejar ebrios y manejar mal su vida; el trago en exceso es una enfermedad, una tragedia indeseable. El trago no conduce a nada, decía un chofer borracho.
Es imperativo buscar el fondo -no el fondo blanco-, sino las raíces del drama. "Educar al niño para no tener que castigar al hombre." Ahí está el detalle, dijo Cantinflas. Este es un problema de un Estado cantinero, sin prevención, que desprotege a sus niños, sin políticas estatales serias, mal educado, cuyas grandes industrias de licores no tienen suficiente responsabilidad social. Es consecuencia del mal ejemplo de una sociedad que celebra la venta de una gallina con un petaco de cerveza y en la que los padres, tíos, vecinos y demás se la amarran en las piñatas de los niños. Es también culpa de la soledad de los menores. Hip.El TIEMPO, en su editorial del pasado jueves, dice que "el problema es más grave de lo que parece, porque trasciende el ámbito del hogar y permea otros espacios". Yo he visto a niños que per mean al aire libre apenas entrada la noche, con su grupito de pelaos tomando como viejos. Hip.
La encuesta aterra. Los niños que beben temprano han empezado en un 47,5 por ciento con cerveza; en un 37,2 con aguardiente o ron, y en un 26,7 con vino. Hay aun quienes se quedan dormidos en clase a causa del trago, o llegan enguayabados a clase de álgebra. Lo grave es que la mayoría dice que es fácil conseguirlo. ¿Y la ley? No hay quien la aplique.
Es un drama viejo. Un día vi a un padre dándole cerveza al niño casi de brazos y 'disfrutaba' al "vel cómo aluga echa calita, y como hache gestos tan miminos". Protesté y casi me gano mi 'botellacho'. Porque "yo veré cómo crío a mis hijos, no sea lambón". En nuestra sociedad, los niños quieren ser adultos biches. Lo 'in' es fumar y tomar. Y hay padres, sobre todo en el campo y en barrios subnormales, que se alegran por que el niño ya gasta y se maneja solo. "Ya jarta; se nos creció el chino." Hip.Lo que se nos creció fue el problema. Estamos levantando la nueva generación del "qui'ubo güeón", "qui'ubo marica", "¿nos parchamos y compramos un frasco o qué, parce?". La generación pandillera, además. La generación sola. Porque, ¿sabe usted dónde están sus hijos en estos momentos?
Eso sin hablar de sexo, también tempranero. Qué tal el caso de Inglaterra, donde Alfie Patten, de 13 años, con carita tierna de ocho, acaba de ser padre. Su novia, de 15, dio a luz una bebita, aunque hay otros dos niños que reclaman la paternidad. O sea que Chantelle le chantó sus primeros cuernitos a los 12 añitos. Papá Alfie compró tres biberones para desayunar en familia. Y si por allá llueve...
¿Qué vamos a hacer? ¿Qué campañas educativas y preventivas hay en los colegios contra trago y droga? ¿Cuánto invierten el Minprotección y el Mineducación en estos programas? ¿Cuánto ayuda mi Iglesia católica y tantas de garaje? ¿Y las grandes licoreras? Hip. Y estuvo floja la columna. Me cogieron rascao.
luioch@eltiempo.com.co

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